"Carta para alguna persona del mundo que existe entre las luces de encima"
Cada cosa y cada momento que pasa, uno aprende tantas cosas y otras no
Que en el momento más esperado nada sucede y en el menos esperado pasa todo, hasta lo más increíble. Pero son muchas cosas en juego siempre, y claro uno en la mitad de todas tratando de ver cuál es la mejor elección y que se debe escoger y que no.
Y me escogiste, de entre tantos de por ahí. Ojala me sigas escogiendo después de todo. Me gusta estar ahí y me hace bien. Aunque a veces me asesines. Y mucho. Aunque a veces me subas. Y mucho.
¡Y luego me viste de paño y con tenis!
¡Y luego me viste con hojas de papel!
¡Y luego me viste como el rey!
¡Y luego me viste como un operador!
¡Y luego me viste como nadie!
¡Y luego me viste con el poder!
Y luego elegí morir, porque tenía que hacerlo.
Pero!
Nunca me viste cuando caí por primera vez,
Y no me viste cuando caí en la tempestad frágil y destrozado,
Ni me viste cuando caí en la oscuridad,
Ni cuando caí en la encarnación del maravilloso ser que quise ser.
Ni cuando perdí todo y aquella noche memorable cuando en una bolsa llevaba una vida: algo de ropa, algunas cosas que no recuerdo y unos discos de rock.
Pero ver eso fue duro,
Porque lo había tenido, tuve un gran palacio y doce grandes jardines, y todos sabían quién era yo, un perro, un gato, y un árbol, un patio, mil madres y dos mil tías, cien hermanos, cuarenta hermanas, doce gatos por cada hora, y quince hadas por cada minuto, ahi los segundos sobrában.
Pero, esa noche, en esa bolsa, solo quedaba eso.
Pero me levante.
Y vi el futuro, y supe que podía más, que había más, quería más, de lo duro o de lo fácil pero necesitaba más, no era suficiente, era muy poco o era demasiado y nada merecía la pena, pero todo estaba por delante y adelante tenía que haber más, Y eso busqué.
Alguien que me entendiera y si no, que por lo menos me aguantara.
Y busque
Busque muchas cosas, discos, teléfonos, casas, juegos, calles, luces, rines, buscaba en los ojos de la gente, pero la gente es un fantasma colectivo, recorrí sin pisar el mismo camino, mire en la esquina, pero no era suficiente, necesitaba algo real, algo sincero.
Y luche, y seguí y por eso llegue a donde estuve.
Y luego me viste firmando la cosa de los presos.
Y luego me viste subiendo escaleras.
Y luego me viste encerrado en el baño.
Y luego me viste delirante.
Y luego me viste llorando por ti.
Y luego me viste llorando por mí.
Y luego me viste a tu lado.
Y luego me viste caer de nuevo.
Pero sé que has aprendido algo.
Pero sé que he aprendido algo.
Quizás no sea tan majestuoso como las leyendas de los grandes reyes.
Pero sé que como el Fénix, ave que legendariamente cada tiempo, muere en una bomba de indomable fuego, y luego increíblemente resurge de las cenizas. Entonces Morí.
Y se levanta.
Y el mundo, no la puede creer.
Pero se levanta.
Por eso, ya es mi hora, estoy surgiendo de nuevo.
Por eso te cuido y te desprecio.
Por eso si es necesario daría mi vida por esa razón.
Por eso, ya es tiempo de irnos.
Por eso, quiero comprarte algo que no sea con dinero.
Por eso, quisiera cerrar la puerta y abrir los ojos.
Por eso haré muchas cosas, y cuando sea el momento, las hare. No hay duda.
La elección está ahí.
Siempre lo será.
Yo solo ofrezco algunas letras.
Yo solo ofrezco el oro, pero para ti.
Yo solo ofrezco el agua, pero déjame tomar.
Yo solo te ofrezco nada, del todo.
El resto al igual que las olas del mar, vienen y van.
Y como todo en la vida sube, baja, va hacia un lado y viene en armonía perfecta.
Y aunque a veces tenga que blandir la espada de la luz y la guerra, sigo siendo por siempre Yo.
